Todos los fabricantes en el manual de instrucciones indican las distancias mínimas que debe de guardar la caldera con otros elementos para poder acceder a ella correctamente para su mantenimiento y reparación. Pero en muchas ocasiones por cuestiones meramente estéticas no se respetan. El problema viene después cuando surge una avería y el precio de la intervención se ve incrementada considerablemente pues un trabajo que se podría realizar en media hora se convierte en una aventura de varias horas.
De hay la recomendación de utilizar la cabeza a la hora de instalar la caldera.
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